martes, 14 de abril de 2009

MATRIMONIO AYMARA

Son también necesarios para realizar el matrimonio los testigos. No sé si éstos corresponden a formas antiguas o son adaptaciones de imposiciones legales venidas con la invasion española. Los padrinos o los padres de los novios designan a los testigos (generalmente cuatro). Estos sirven también como “intermediarios” en la irpaqa. El testigo es siempre varón, sin embargo no puede ser de ninguna manera viudo. Los cuñados llamados también masanu, se convierten en hermanos de los novios. Ellos cooperaran en todas sus actividades, trabajos y funciones de autoridad.

Para el matrimonio es importante la música. Son los padres del novio los encargados de contratar un grupo de música, sea de manera directa o por intermedio de un padrino o ahijado. El primer día del matrimonio toca un conjunto de música con instrumentos de metal (trompetas, bajos, etc); el segundo día tocan grupos de música tradicional de pinquillada (el pinquillo es un instrumento de viento tipo de flauta de caña).
Es interesante hacer notar que si uno de los suegros es viudo o viuda, no participa en ningún aspecto de la fiesta sino que según una norma tradicional es representado por otra persna, se trata de remarcar la gran valoración de la dualidad en el mundo andino, los padres son dos, el padre propiamente dicho y la madre, y si esta pareja no está completa, es mejor representarla simbólicamete.

DIA DEL NOVIO
El primer día del matrimonio (nayruru) es llamado el tullqan urupa o día del novio. Es también el día de los suegros (yuqallwawanin urupa) y de los familiares(jak'a muniri, jaya muniri). Este día empieza al primer canto del gallo, al rededor de las tres de la mañana (mayir ququrich art'a). Toda la gente padrinos, testigos, familiares, etc. están concentrados y dedicados a variadas actividades tanto en la casa de los padres del novio como de la novia. Por costumbre, el matrimonio ha sido festejado desde la víspera mediante libaciones, por tanto todos están ligeramente embriagados. Toda esta gente está dedicada principalmente a preparar manjares y bebidas (chicha) para los centenares de invitados y para la comunidad en general.
Hacia el tercer canto del gallo o cinco de la mañana (kimsir ququrich art'a) los novios ya están impecablemente vestidos, entonces se sirven unas copas de licor y comen una comida especial junto a los padrinos, para enseguida ofrecer libaciones rituales a las achachila y al kuntur mamani que representan la espiritualidad del mundo andino, son las deidades del hogar y de las cumbres. Recién después irán todos hacia el pueblo más cercano (marka), al ritmo de música alusiva, para cumplir las formalidades de dos de los poderes que oprimen a nuestro pueblo: la ceremonia en el registro civil y la ceremonia en la iglesia católica.

Pasada esta ceremonia toda la comitiva regresa a la comunidad, luego de un breve refrigerio. Todos los elementos que han de ser utilizados en la fiesta son dispuestos con bastante anticipación, para el primer día los padres del novio hacen preparar una variedad de manjares y bebidas, la abundancia de estos es muestra de buenos augurios para los contrayentes.

Los jóvenes también participan de la fiesta, cada uno prepara un arku (presentes). Hay dos tipos de arku. El primero, consiste en un mastil portatil largo, en cuya punta flamea la Wiphala blanca; el segundo, más pequeña, es una especie de canastilla floreada con billetes de corte pequeño. Practican el arku jóvenes de ambos sexos en el sentido de ayuda mutua o reciprocidad: ayni, mink'a, apxata, arkaya, etc.

Existen dos tipos de mesas. La mesa principal es en el suelo, es una especie de pequeña plataforma de tierra aplanada de forma rectangular; mide aproximadamente 50 cm. de alto, 2m. de ancho y 250 a 300 m. de largo. Es una mesa bordeada de sanjas por los cuatro lados y por encima cubierta de paja, que sirve de tapete, sobre esta cobertura se extiende tres a cuatro bayetas, sobre las cuales son vaciadas seis u ocho cargas de comida (manq'ana), preparadas a base de papas, chuño, tunta, tortillas de harina de quinua, motes de maíz, de habas, etc.

En cambio la otra mesa especial, conocida como qarasiñ mesa o awch'ichatsiñ mesa, es de tamaño mediano. Es una especie de banquete en la que hay intercambio exclusivo de alimentos en pequeños awayus o inkuñanaka por montones, entre los consuegros y familiares de los novios.

Una vez la comitiva en la comunidad, los novios descansan en una habitación por un instante. Las mesas estan listas. Llegan los padres de la novia juntamente con sus familiares y con toda la comunidad si son de otra comunidad.

Los familiares de la novia van con una carga de papa, oca, chuño, etc. Este cargamento de ayuda familiar recibe el nombre de lari; estos están situados en un lugar próximo a la mesa en forma de pared, encima de esta, el padre de la novia deposita 2 corderos degollados. En ese instante se presenta una comisión de parte del padre del novio con un par de tinas de chicha, aguardiente y otro par de “amarros” de coca, como signo de obediencia y homenaje de parte de los familiares del novio.

Los novios en compañía de los padrinos salen de la habitación y se dirigen hacia el centro de la mesa principal para sentarse, esto es un indicador para la comunidad a tomar asiento alrededor de esta (no hay sillas). Simultaneamente, los padres del novio dan la bienvenida: aksaru, aksaru ... a sus consuegros y familiares e invitan a servirse de los alimentos entre todos; al mismo tiempo, atendiendo el llamado de invitación y bienvenida de los padres y familiares del novio, los padres y familares de la novia dejando los cargamentos de ayuda familiar, se dirigen hacia la qarasiñ mesa. En esta mesa se sentarán frente a frente y de par en par en todo lo largo de la mesa, en un lado los familiares de la novia y en el otro los del novio.

Al anochecer, las muchachas jóvenes hacen bailar a los novios por ultima vez; el baile es en ronda con las manos entre lazadas donde participan sólo jóvenes. El compadre del novio que es encargado de la banda musical encabeza la inmensa cadena con pan mordido en la boca, donde las muchachas también bailan al compás de la música. Después de haber bailado los novios se retiran no sin antes recibir las últimas recomendaciones de sus padrinos y familiares cercanos.

DIA DE LA NOVIA
El segundo día es el día de la novia yuqch'an urupa, llamado también día del agasajo a los padres de la novia y sus familiares. A las 7 de la mañana los novios preparan el desayuno junt'uma y una sopa de chuño chairo, para servirse entre todos, más tarde se servirán con toda la comunidad alimentos preparados por los padres de la novia.
Después se procede a contabilizar los cargamentos de ayuda familiar, vaciandolos en un sitio los arkus y otras ayudas pequeñas, para que toda la comunidad haga libaciones sobre estos presentes. Los comunarios asisten con sus pinkillus. La música será la pinkillara y no la banda de trompetas; y este día habrá dos grupos de pinkillara, uno de parte del novio y otro de los padres de la novia.

Los novios y sus acompañantes llegan a la casa de la novia al son de la pinkillara donde son recibidos con los saludos jallalla jallalla; más tarde tienden una mesa (en el suelo) de bayetas blancas sobre las que ponen los alimentos de costumbre, alrededor de esta se acomodan todos a excepción de los consuegros que se sirven aparte. Este es un día en el que sólo se consume un poco de licor, chicha. etc. Las mujeres entre ellas tanto parientes del novio como de la novia confraternizan a lo máximo.

Tarde ya, el padre de la novia reflexiona y recomienda a su yerno, sobre el modo de comportamiento para con la sociedad y la familia de la misma manera la madre de la novia se dirige a ella (que alcanzo la categoria de mujer plena) para recomendarle sobre el presente, el futuro y los quehaceres domésticos sociales. También son recomendados los padrinos por ser responsables de los flamantes jaqis, y estos a sus compadres.

Después de largas recomendaciones, el suegro obsequia a su yerno un traje, un poncho, una alforja, un buey, la madre; obsequia a su hija un awayu, polleras y algunas cosas más que no son de herencia. Esto lo hará cuando tengan su primer hijo (tayna) o el primer nieto (alch'i). Casi al anochecer, los novios vestidos con los obsequios de sus padres bailan con toda la gente y retornan bailando al son de la pinkillara hacia su casa; cerrandose de esta manera el día de la novia.

VESTIMENTA DE LOS NOVIOS
En estas ocasiones el novio lleva un poncho de color anaranjado, rojo vivo; un traje de bayeta de color índigo, cuyo pantalón tiene apertura trasera y el saco o chaqueta lleva 6 velos. En otros matrimonios un tanto aculturados, lo realizan con traje oscuros de gabardina adquiridos en la ciudad; una camisa blanca de bayeta, un sombrero de oveja en el que cuelgan colas de flores o de papel de colores. En el cuello cuelga una chuspa (bolsa pequeña) multicolor; una especie de chalinazo sobre los hombros (pañuelo), en el hombro derecho cuelga una alforja que con dos bolsas unidas mediante trencillas; un lluch'u (gorro) y abarcas.
La novia está enmantada con un awayu multicolor, con pollera de bayeta rosada o anaranjada. Allmilla blanca de bayeta; su sombrero está prendido de flores, la cabeza está cubierta de una castilla roja en la que cuelgan muchas flores, casi tapando toda la cara. Con abarcas o a veces sin ellas.
Al cabo de un año de estos acontecimientos, los novios homenajearán a los padrinos y madrinas con roscas de pan (pillu) en martes de carnaval (jach'a anata); después vendrán otras fiestas como el recorte de pelo del primer hijo, la ayuda en el techado de la casa para la nueva gente etc., etc.

A MANERA DE CONCLUSION
El matrimonio aymara es variado y rico por sus particularidades; presenta ventajas y desventajas para los no aymaras naturalmente, quienes pueden sentirse incómodos por la poca información y vivencia, pues requiere una comprensión racional de esta situación. Las diversas obligaciones previas, las modalidades en la oficialización de la ceremonia matrimonial, la no práctica del pre matrimonio, etc., llevan a reacciones hasta negativas por parte de mucha gente occidentalizada.

El trabajo está basado en matrimonios de la década del 70, en los de la comunidad Anaqu, que es tomado como modelo al igual que el resto de las comunidades. No se niega que muchas comunidades cercanas a los centros urbanos han sido invadidas con pseudo costumbres citadinas que son reflejos de Europa medieval.
Se nota claramente la importancia del matrimonio en la sociedad aymara; en no poder ser jilaqata si no se es casado (a excepcion del huérfano que asume esta responsabilidad en ausencia de su padre). En el matrimonio aymara se nota la carencia del sometimiento de la mujer al marido o viciversa, hay un compromiso de ambas partes en igualdad de derechos y deberes, ni los padrinos, ni los suegros recomiendan patriarcalmente, sino como hermanos, padres, madres etc, etc.

Podemos subrayar que hay principios de reciprocidad, colectividad, igualdad, y lógicamente un equilibrio natural mancomunado. En el matrimonio aymara no hay propensos al divorcio, excepto en la sociedad comunal contemporánea en la que se sabe algunos casos aislados; los flamantes jaqi nacen a la vida comunal económicamente completos.
Es un tipo de boda, que tiende a la seguridad y tienen elementos que aseguren esa seguridad; estos han sido esculpidos bajo normas telúricas, lejos de estructuras jerárquizadas. Es un tipo de matrimonio que es creación comunal, de acuerdo a las leyes naturales y sociales en Los Andes Altos del Tawantinsuyu. Continuará existiendo mientras los aymaras existan.

ANATA ANDINO (Una celebración de todos)

“…Todas las celebraciones católicas, mantuvieron el calendario de las celebraciones nativas…”
Josermo Murillo V.

El Anata es una celebración simbólica y representativa del tiempo en que los cultivos han florecido, está vinculado al trabajo agrícola de las comunidades andinas. Ello se expresa en las cargas de flores y productos que son llevados por los participantes.

Los participantes vienen de las distintas provincias del Departamento, con sus propias características en cuanto a música, baile, indumentaria, según la región. Hay que destacar la participación de las personas con doble residencia (campo – ciudad) en esta celebración, que juegan un rol muy importante en la organización de los distintos grupos participantes.

El Anata Andino, fue organizado por primera vez por la Federación Única de Trabajadores Campesinos de Oruro, manteniéndose así hasta ahora. Se ha convertido en uno de los principales atractivos que ofrece la ciudad de Oruro durante las fecha de Carnaval, aunque, por supuesto, con su propio sentido y significado relacionado con el respeto y agradecimiento hacia la “madre tierra” dentro la cosmovisión de los pueblos originarios.

El Anata Andino no escapa a la mirada de los habitantes de la ciudad de Oruro. Muchos vivimos y observamos esta celebración con diferentes enfoques: unos, con admiración y respeto; otros, con indiferencia. Sin embargo, para poder conocer un poco más de su origen conviene apuntar algunas relaciones históricas que tiene esta celebración y la trascendencia que tuvo en tiempos pasados en la región.

La celebración del “Anata” data de muchos años atrás, quizás con otros denominativos. Según algunos autores, los pueblos antiguos que habitaban esta región tenían sus propias deidades. Con el transcurrir del tiempo fueron transformándose por el efecto de migraciones. Estas últimas fueron generadas por la búsqueda de riquezas mineras, pues el trato económico y social en esta región era mejor que en Potosí.

Las tradiciones de los pueblos ancestrales, sin embargo, se van desarrollando en el entretejido social de la ciudad de Oruro, como en el caso que nos ocupa. En lugares aledaños, sin embargo, mantenían su “original” celebración – claro - con algunos cambios producidos por la dinámica cultural.

La Anata llevó su propio camino en el área “rural”, y ya en el contexto “urbano” se fue complementando con otros símbolos y sentimientos que fueron importados de otras latitudes del mundo. La espiritualidad ancestral todavía tiene una fuerte influencia en el vivir de muchos de nosotros, sino directamente, por lo menos como referente de nuestros allegados. Es normal para mucha gente realizar k’oas, y agradecer a la tierra (Pachamama), Dios o la Virgen, para que nos favorezcan en nuestros pedidos. Sentimos el reflejo de la dinámica social constante que ha estado latente en nosotros, y eso nos debe permitir acercarnos: “otros a otros”, “otros a mi”, “yo a los otros”, permitiéndonos ver que los supuestos diferentes caminos nos llevan a un solo fin como seres humanos. La necesidad de reconfortarnos espiritualmente con diferentes manifestaciones, en este caso el agradecimiento por los dones de la naturaleza, esto es “El Anata Andino”.

Marco A. Zabala M.
UNIDAD DE CULTURA – CEPA